Después que  Malcolm McLaren quedara con el hocico vacío al perder su mina de oro, Sex Pistols, quiso regresar a la formación de super grupos que hicieran leyenda en el rock n roll y le permitieran seguir engordando la cartera para pagar la demanda que se le venía encima bajo concepto de pago de derechos de autor. El usurero diseñador de modas estaba acorralado y no eran pocos los que comenzaban a darse por enterados de que la “gran estafa del rock n roll” no era el cuarteto puberto de la King’s Road, sino su manejador. 

Con mediana desesperación metió su mano negra en diversas agrupaciones esperando extraer de ellas una porción de sus integrantes para crear una nueva alineación con la cual lograse posicionarse, una vez más, en el medio artístico donde era conocido y desdeñado. Los jóvenes aspirantes a ser estrellitas del rock eran materia dispuesta a dejarse manejar un rato a cambio de unas docenas de groupies, aplausos, drogas, conciertos  y, por qué no, quizás la apertura a Virgin Records o a Warner. 

Sin buscar demasiado, encontró a The Ants. Para ellos inventó esos ridículos trajes de pirata, les pintó la carita y quiso fueran el nuevo estampado de playeras.  

Pero, como suele ocurrir en los sueños del jovencito que le entra al Rock de venta, todos se la pelaron. The Ants se separó por los manejos de  McLaren (también se dice, comenzaba a sentir atracción por los penes rockcanroleros),  y no tuvo más opción que seguir sus andanzas y crear a Bow Wow Wow -banda de New Wave que pasó sin mayor oficio ni beneficio-, en cambio Stuart Leslie , alias Adam Ant., comenzó una carrera solista relativamente brillante, limitadamente opaca, en la cual Friend Or Foe (puedes acceder a él desde aquí), su disco debut; 12 temas, dinamismo en el sonido, tintes amarillos y negros, nostálgico New Wave. 

Un disco a disfrutarse.

EXPENTANCY: New Wave, Post Punk

FELLOW: A Certain Ratio, Classix N., Devo, Honey Bane

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