En mi adolescencia me convencí de que el rock duro se creó para el ataque, atacar al poder, atacar la moral, la religión, las diversas formas en que se manifiesta la vida diaria de los borregos, los hombres y mujeres impedidos para pensar por sí mismos. Y eso, darle ese objetivo al rock duro, tiene que ver con el sentido de actuar como un fanático fundamentalista, así se hace el buen rock y eso sólo se aprende en la calle, el buen rock no se hace con inversiones económicas millonarias, se hace con poco dinero, un toque de amargura, mala leche y demasiadas ganas de expresarse.
Lo que aquí hay no es una crítica intelectualoide, para eso existen los estudios académicos, lo que aquí se expresa es un hombre que está hasta su puta madre de una de las formas de corrupción política más vil, más baja y denigrante, más injusta e inaceptable, el tráfico de mujeres para la prostitución en instituciones políticas que pagamos todos.
Esta es parte reciente de una historia que ocurrió en México, una historia que sigue ocurriendo. En la política mexicana la prostitución va desde el tráfico de extranjeras y nacionales hasta el tráfico de niños. Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre es el nombre del mentecato que fue descubierto como fundador de una enorme red de prostitución en el Partido Revolucionario Institucional, el PRI, el partido que gobierna este país.