Es constante encontrar que las vertientes del Wave tienen cercanías con el arte de las letras, la literatura, la historia, la poesía. Algunos de sus exponentes han sido elevados hoy a la categoría de poetas malditos, está el caso de Ian Curtis. Conocida es la influencia que la Beat Generation tuvo en el Post Punk, los pasos que William Burroughs hizo en las presentaciones de la música negra han sido documentados, sus declaraciones en torno a Throbbing Gristle (que a palabras de él fue “el proyecto más importante de comunicación del último tercio del siglo XX”) atrajo buena valía para capitalizar y promover un acercamiento entre dos mundos que se coqueteaban entre sí, las letras y el sonido (por no llamarle música). 

Anne Clark es parte de los supervivientes de una generación que abogó que por más allá de la música. Anne Clark siguió un camino por el cual Patti Smith, Jim Carroll, Ian Curtis, Morrison, John Cage, Nick Cave, Lou Reed y Nico pasaron. La mayoría de estos músicos-poetas  ha muerto. La heroína, droga que corría por los callejones, las salas de concierto, los hoteles, el Chelsea, se llevó a la mayoría de ellos, otros murieron por intoxicación etílica, otros se suicidaron.  Era una generación de jóvenes hambrienta, de múltiples destellos, número igual de contradicciones, eran deprimentes y espontáneos, odiados y solitarios, lobos esteparios que encontraron en el punk rock y sus derivados el único lugar donde podían “ser alguien”.  Eran jóvenes valientes en un mundo menos peligroso de lo que hoy es.

Fue una generación maravillosa, jóvenes muy creativos y, bajo sus parámetros, muy exitosos. Pero esa generación ha muerto, hoy la juventud escurre hacia las coladeras de la industria, las corbatas, los repetitivos hábitos de una vida cotidiana peligrosa, la vida socialmente adaptada. Hoy es casi imposible vivir de las caridades del arte. 

Hoy se usa la arenga de la competitividad para negar la realidad en que se vive: una sociedad automatizada donde más del 99% es vive en la esclavitud  y la acepta como natural y necesaria.

De los pocos supervivientes de esas décadas está el nombre de Anne Clark. Una mujer para la cual la música es el telón de fondo de poesías maravillosas y autodidactas. Es el lugar donde Poe, Rimbaud, Apollinaire, Corbière y Verlaine han heredado su espíritu. Como música se trata de composiciones al estilo New Wave y Ambient, siempre obscuro, retador, perturbado. Anne Clark es una propuesta para gente que gusta de la alta cultura, la cortesana, simple e hipócrita cultura de la burguesía no tiene lugar aquí.

…presento dos entregas, dos compilados; The Best of Anne Clark & The Very Best Of Anne Clark. Ambos pueden ser descargados en el sitio (desde este enlace). Por último, una traducción.

Mantenerme nuevamente en lo que han llamado el mundo real.
Desde que tratamos de correr,
la música o las palabras no significan nada.
Observo a través del cañón de un arma.
El poema no puede curar la herida,
los libros no ayudarán al encuentro.
Es la búsqueda que
añade preguntas a la mente.
Dime ahora,
en blanco o negro,
¿qué se supone que debes hacer cuando los puños y cuchillos,
botas y bastones, llueven sobre ti?
Soy un cuadro,
una figura trazada en la pared.
Algo para lo cual vivir
ya es injustificable.
Cuando el pobre es débil
y no puede escapar
su fealdad
es su lucha.
¿El actor?
Un puente de palabras que no lleva a parte alguna.
Vestimos con trajes, con disfraces.
¿La realidad? Desesperación.
Las huelgas de un poeta se agitan nuevamente.
Esto ya ocurrió, las palabras me fallan y me faltan.
Otra bomba ha caído y acaba empujando de nuevo
la cruz sobre la que me han clavado.

EXPENTANCY: New Wave, Ambient, Electronic

FELLOW: The Velvet Underground, Beat Generation, Nick Cave