Hoy fue un mal día, tanto por la enfermedad de garganta -cosa común en mí para todas las temporadas otoño/invierno- como por la noticia del suicidio de Chantal. Todo el día he traído este tema dándome vueltas en la cabeza, no hace mucho terminé de leer un estudio hecho por antropólogos donde reflexionan sobre el suicidio y presentan las cartas de despedida de gente que lo ha cometido, también he leído a Durkheim y otro montón de estudios sobre ello. En ese tema no tengo claridad, no sé si sea algo bueno o malo, entra en conflicto con los dogmas de supervivencia y con montón de teorías, opiniones y lugares; por ejemplo, en nuestra sociedad occidental el suicidio es causa de vergüenza pero en otras partes del mundo es motivo de honor, e incluso en sociedades antiguas era algo bien visto. Pero lo quiera o no, estoy educado con formas de raciocinio occidentales, y por ello me causa tristeza.

Me es complicado explicar lo que sentí cuando leí la noticia, creo que me derrumbé por un momento e incluso la gente que tenía cerca me dijo que cambió mi semblante. Chantal era como conocerla en la intimidad, fue una mujer que por medio de cine me enseñó a conocer un poco las razones de la feminidad, a entender el pensamiento de las mujeres. No sé cómo explicarlo. Quizás esto pueda decir un poco lo que por su trabajo sentía, algo que puede hablar del amor y la muerte.

Desde que era niño he perdido a muchas personas cercanas, desde enfermedades hasta asesinatos, por ello la muerte tiene un significado muy particular para mí, algunas veces la entiendo como una forma de redención y otras veces como una forma de arrebato injusto. Esto de la vida es una cosa extraña.