A finales del siglo XIX se presenta por vez primera en los Estados Unidos la figura del asesino serial por medio del caso del médico Howard Holmes.  Sin embargo, no fue sino hasta los setentas cuando esta tipología se vuelve cada vez más común entre los criminólogos al presentarse diversos casos en las sociedades de desarrollo capitalista, principalmente en  los Estados Unidos e Inglaterra. Incluso hubo un tiempo donde la URSS sostuvo que los asesinos seriales eran un producto que sólo podía ser posible en el bloque capitalista y que ellos -los asesinos en serie- eran un botón de muestra de cómo el capitalismo enfermaba a sus ciudadanos hasta el grado de impulsar actos criminales típicos del homicida que mostraba rasgos de sistematización para el asesinato. Esto se sostuvo como propaganda ideológica hasta que en la propia URSS apareció Andrei Chikatilo.

La figura del asesino en serie es una tipología criminal que refiere a los sujetos que establecen pautas de asesinato que obedecen principalmente a razones de índole psicológico y patologías psiquiátricas,  un asesino en serie no tiene por objetivo principal el robo, sus asesinatos tampoco obedecen a causas políticas, y tampoco son asesinatos accidentales sino por el contrario, hay una racionalización del asesinato, una racionalización que suele ser extremadamente compleja de entender incluso por los profesionales de las llamadas ciencias de la mente y ciencias conductuales.  

Para finales de los setentas y principalmente en los 80s se observa un uso constante de la figura del asesino en serie en los medios de comunicación y en el periodismo dado que ocurre una explosión de casos en múltiples ciudades de los Estados Unidos, y. además, el tema por sí mismo causa interés al ser tratado casi de una forma exótica por los medios de comunicación. Algunos asesinos en serie han sido elevados a figuras de élite en la cultura popular; por ejemplo, Richard Ramirez, John Gacy, Charles Manson, Gerard Schaefer y Ted Bundy, han sido elevados a figuras de antihéroes estadounidenses, sus actos les han valido ser tratados en películas (Tarantino, fiel a su estilo infantil de cine amarillista americano, gusta de explotar la figura de los asesinos en serie y en buena forma se ha hecho famoso por ello y no por su calidad como director o por idear grandes tramas en sus películas o sus guiones), documentales (History Channel tiene muchas series de documentales sobre el tema, documentales muy tendenciosos), libros, canciones. Son vistos como seres que han perdido su humanidad y que por ello mismo son extremadamente interesantes, incluso se les suele asociar con coeficientes intelectuales superiores a la media (algo que en realidad es un mito popular), se les suele definir como seres encantadores y carismáticos, como símbolos de virilidad sexual, etc. 

En el auge de la popularización de los asesinos en serie (1975-1990 aprox.) se hicieron diversos trabajos que manejaban el asunto. En el terreno del sonido, Whitehouse ha realizado bastantes exposiciones sobre el tema de los asesinos seriales, incluso les ha dedicado discos completos, Psychopathia Sexualis (1982) y Dedicated to Peter Kurten (1981) son dos de ellos, pero también han citado otros más antaños como Gilles de Rais (siglo XV), incluso Whitehouse desde sus inicios ha experimentado con aspectos presentes en las mentes de los asesinos en serie; la tortura sexual, la eyaculación en cuerpos muertos. Whitehouse es un caso de sonido que trata sobre las psiques devastadas. Dentro del rock la figura de Charles Manson es quizás la más citada, la que más impresiones de playeras ha tenido, la que más canciones ha coleccionado, y es, para quien no lo sepa, uno de los presos más ricos de los Estados Unidos. A mí me parece un fanfarrón.

El disco que aquí presento es parte de esos extraños materiales de tributo que se han hecho a la tortura asociada al homicidio serial; no poseo mucha información del disco ni de los autores de éste; se publica en Inglaterra en 1984, me resulta interesante, introspectivo y subversivo. De ese tipo de sonidos que sin ser trabajados poseen su propio atractivo.      

EXPENTANCY: Noise

FELLOW: Club Moral, Whitehouse, Ramleh