El punk ha sido música sociabilizada; el punk hecho en los EU tiene un roce plástico, sintético, jovial y práctico. Ellos son los inventores de los temas “minute and half”, de los hados Hard Core. Los británicos humedecen su voz de sátira, de tímpanos fragmentados en liberalismo inglés, descortés, errabundo, ensimismado e impúdico. Por su parte, el punk manufacturado en Italia está atestado de marxismo y anarquismo; ¿razones? Innúmeros raciocinios: haber experimentado el fascismo, un territorio boyante garbado en el poder de las mafias, una zona desplegada a la violación del oficialismo demócrata… Giuseppe Ungaretti, Benedetto Croce, Carla Porta Musa, Emilio Cecchi y la firma intelectualoide  del “Manifesto Degli Intellettuali Antifascisti”, los eruditos haciendo frente político a las acciones gubernamentales del oficialismo italiano. 

La música de rebelión italiana cuenta una larga historia ya narrada en Canti Anarchici (posteriormente será publicado en este sitio), un compilado de recorrido fiel a las trovas a-capela hechas durante el tiempo de la dictadura del “Duce”. Las composiciones de la música del pueblo que ahorcó a su dictador ha sido teloneada por Barbancini Punx, Teatro Quotidiano y Senza Sicura. 

EXPENTANCY: Punk Rock/Ska-Punk

FELLOW: Barboncini Punx/Kortatu/Píperrak

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