Arquitecto de profesión universitaria, Corcobado hoy tiene una posición de importancia en la música popular hecha en habla hispana. Conocido con diferentes apodos que alimentarían el ego de cualquier músico; el Principe del Under, el Ginete, el Poeta Negro… su historia en la música data desde los años ochenta donde coleccionó varios proyectos fallidos y un inicio de carrera accidentado, un inicio donde en muchos lugares le cerraban puertas, le malentendían o simplemente no lo aceptaban al ser una persona de difícil trato y con un estilo de sonido de complicada clasificación. 

Corcobado comienza casi a la par con el auge del punk rock en España y se ve influido por la furia que éste fue en las ciudades como Madrid, así como por los estragos que hizo en la juventud y el medio artístico. En esa ciudad ha vivido casi siempre y fue ahí donde impulsó lo que sería su primer banda medianamente conocida en su momento, llamada Mar Otra Vez; una mezcla atípica entre música rebelde, brotes de poesía y una fascinación por identificarse en el underground. Este conjunto fue de los primeros que no aceptó la Movida Madrileña y dio atención a los artistas vanguardistas que eran en Europa artistas de ruptura con los géneros ortodoxos del rock. Los materiales que Mar Otra Vez publicó -básicamente son tres discos de los que se desprenden otros tres sencillos- hoy son discos de colección, muy cotizados a pesar de que en su momento (85-87) no tuvieron demasiada aceptación ni difusión. La propuesta que Mar Otra Vez hizo al medio tenía toques del free jazz, el punk, el sonido de distorsiones tendientes al noise, lo experimental y la literatura; si se le tuviera que comparar con alguna otra propuesta, sólo por fines prácticos diría que fueron parecidos a Birthday Party.  Después vino un conjunto casi entregado al experimental llamado Demonios tus Ojos; pero fue hasta que se formó a Los Chatarreros de Sangre y Cielo y Javier tomó como nombre de pila artístico su apellido, Corcobado, cuando logra traspasar por completo las fronteras de su país y ser conocido y admirado en Latinoamérica, principalmente en México, país por el cual -basado en sus propias palabras- tiene una predilección especial, incluso ha vivido durante largos periodos en México.

Con los Chatarreros publicó tres de sus mejores discos en un periodo de 4 años, a la vez que con otro conjunto de músicos que llamó Los Cría Cuervos lanzó un disco doble de boleros donde versiona canciones de la música popular en habla castellana, música que ha influido en él como las obras de Antonio Machín, Javier Solis, Lucho Gatica, y el maestro del verso popular en México, el extraordinario José Alfredo Jimenez, hasta los cantantes de la llamada Época de Oro de la música popular latina (puedes descargar el disco doble de boleros desde este enlace).

Para algunos seguidores de Corcobado, Los Chatarreros de Sangre y Cielo fue un conjunto que se formó con el objetivo de hacer una trilogía de poemas escritos casi al estilo de los poetas malditos llevados a la música, a su vez, los discos publicados con este conjunto son los más obscuros y dinámicos en la carrera de Javier Corcobado; incluso para mí nunca antes se había hecho música obscura contemporánea (lo gótico, el post punk, el darkwave, etc.) que tuviera un impacto relevante en el habla castellana y estuviera cantada en dicha lengua, sino hasta que Tormenta de Tormentos (el primer disco con los Chatarreros) fue publicado. Previamente, Parálisis Permanente tuvieron un poco de relevancia en algunos espectros de audiencia de esos estilos afterpunk, pero yo ni los tomo en cuenta como grupo, para mí eso era música muy pouser... ya saben; vampiros, zombis, caras pintadas, vestirse de negro: mierda.

Después de Tormenta de Tormentos (1991), se publica Ritmo de Sangre (1993), un disco que navega de lo acústico a lo noise, con unas guitarras eléctricas maravillosas que se acoplan de forma interesante con el resto de los instrumentos, así como con la voz poco menos cavernosa a lo escuchado en el trabajo previo a éste. Cabe señalar que a la par con estos dos lanzamientos Javier ya se dedica de tiempo completo a la música y la literatura (hasta finales de los 80s ejercía profesionalmente como arquitecto y de forma alterna como músico), publica artículos en revistas, poemarios y realiza producciones a otros músicos y es participante en perfomance. 

Para 1995 lanza un disco que para muchos es el mejor de las producciones con los Chatarreros, el Arco Iris De Lágrimas. En él se hace un importante uso de la electrónica, los loops, las baterías eléctricas, las cajas de ritmos y los sintetizadores. Un buen disco pero menos orgánico que los anteriores, sin embargo en él se encuentran bastantes de las que para mí son las mejores letras que ha musicalizado; Adiós Respirar, Dientes De Mezcal, Catorce, Flores De Lágrimas, Carta al Cielo, Yo Seré Tu Cáncer.

Las características de Corcobado y los Chatarreros de Sangre y Cielo (desde mi punto de vista ese conjunto ha tenido a los mejores músicos de su carrera discográfica) son complicadas de entender sin prestar atención al vasto acervo cultural de Javier -algo que se puede constatar en cualquier entrevista que ha dado-. Su desarrollada visión cultural le ha permitido ejercer su actividad como músico de una forma muy original, de una forma que muestra un apego real por el arte y una óptica exquisita por lo que es bello, visión que incluso permite ubicar una improvisación como un acto con justificación artística (aspecto que algunas veces se diluye cuando gente sin talento alguno tomando como justificación el “noise” y el “antiarte” hace muchas cosas sin ningún tipo de valor, hacen cosas a lo pendejo).  

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